viernes, 5 de agosto de 2011

Las 7 esferas profesionales y lo que me han aportado

Te recomiendo dedicar un día de la semana durante los próximos siete días, a pensar en los siete conceptos que comentaré en este post.  Uno por día.


¿Ser profesional es lo mismo que tener una profesión?


Y es que ser profesional es una cosa y tener una profesión es otra.  A veces pensamos que basta con saber hacer algo.  No, lo más importante es hacer cosas, útiles, con lo que sabes hacer.  Ir a la universidad está bien, pero ser capaz de hacer algo con la teoría aprendida, es mejor.


Te dejo mi lista de siete ámbitos, digamos esferas profesionales, en las cuáles te puedes desarrollar.  No hace falta mantenerse activo en todas estas esferas pero, sin duda participar en algún momento de las experiencias que aportan algunas en concreto, no solo resulta enriquecedor, sino también gratificante.

1. La esfera formativa, académica

Es lo primero que se piensa cuándo se habla de profesión, como si no se pudiera ser un gran profesional sin estudios formales.  Lo cierto, es que los estudios formales no son un fin, sino un medio, siendo el objetivo aprender a hacer algo. Pienso que una parte de la culpa de esto la tiene la propia sociedad, que vende la idea errónea que obtener un título, o un grado es el objetivo y claro, se piensa que conseguido el objetivo las puertas están abiertas.  Ves gente con más grados que un termómetro, mucho papel que dice que saben hacer mucho, pero en la práctica hacen más bien poco.


Escucho mucha gente que se queja que teniendo muchos estudios, encuentran pocas oportunidades.  Cuando esto te sucede, puede haber muchos motivos, claro que hay una crisis económica que no ayuda pero, es muy probable que tus esferas profesionales no estén bien equilibradas.


Ejemplos de personas que sin acabar los estudios de grado han hecho cosas importantes a nivel profesional hay muchos.  Por mencionar algunos, pensemos en Bill Gates, Steve Jobs y Marck Zuckerberg.


Para mi, lo más importante de la esfera formativa son dos cosas: (1) aprender a hacer algo específico con capacidad de llevarlo a la practica y (2) desarrollar la capacidad de aprendizaje.  Es la única manera de no quedarte desfasado en el tiempo.

2. Práctica profesional

Se puede tener practica profesional sin estudios formales.  Claro, hay determinadas profesiones que requieren idoneidad, tal como puede ser el caso de médicos, ingenieros civiles, arquitectos o abogados.  No obstante, para la mayoría de actividades, la idoneidad certificada de manera formal por un tercero no es tan relevante, como lo puede ser la demostración de tu experiencia práctica.


Que no se interprete mal lo que digo.  Creo en las esferas profesionales equilibradas.  Por tanto, tener estudios formales es importante, pero no indispensable.  Tener experiencia práctica sí lo es y si esa practica está ligada a una formación prevía pues aún mejor, ya que podrás aprovechar la teoría aprendida.


Creo que el estado debería incentivar de mejor manera los planes universidad – empresa, que permitan a más personas acceder a una primera toma de contacto profesional.  Ya se hace y funciona bastante bien, pero creo que aún no es suficiente.


Sobre la práctica profesional hay que mencionar algo muy importante: la profesión no acaba en la empresa para la cual trabajas.  Ya hablaré en detalle sobre esto en la quinta esfera más adelante: la esfera empresarial y emprendedora.

3. La esfera educativa, el mentoring y la docencia

La mayoría de los profesionales se quedan con suerte en las dos primeras esferas.  Así, tienen unos estudios formales y se han desarrollado profesionalmente en su campo, ya sea trabajando para una empresa, como autónomos o como emprendedores y empresarios y creando puestos de trabajo.  Eso está bien.  Quizás no hace falta hacer más pero ¿Por qué no devolver un poco de lo que hemos recibido? ¿Por qué no ser agradecidos?


De hecho, como comprobarás más adelante, de las siete esferas, cuatro tienen que ver con compartir, de lo cual podemos concluir que un profesional es un profesional completo cuando logra no solo llevar a la práctica lo que sabe, sino que además tiene la capacidad de compartirlo con los demás.


Hay muchas maneras de compartir, y formar a otros es una de ellas.  No se trata de que todo profesional se dedique a la docencia universitaria.  No, no digo eso. Hemos de ser conscientes que no todas las personas tienen la capacidad de transmitir lo que saben o de hacer una exposición pública.  En eso estoy de acuerdo pero, no debemos renunciar a la posibilidad de vivir la experiencia de compartir.  Tampoco digo que hay que dedicar años y años a esto.  No, simplemente digo que es una experiencia que enriquece profesionalmente y merece la pena vivirla.


Si lo de dar clases a universitarios te parece demasiado, no descartes el mentoring.  Hoy por hoy se facilita mucho el tema, ya que por mencionar algunas, encuentras una red de mentores muy bien organizada en Chile y otra también muy bien organizada en las Islas Canarias.  Todo tiene un momento, la vida profesional dura muchos años.  Lo importante, ten esta esfera presente en la vida.  Insisto, la enseñanza es una experiencia gratificante y enriquecedora.

4. Divulgación, investigación y literaria

Explica lo que sabes.  Escribe un libro.  Investiga sobre lo que sabes y luego un libro sobre lo que has aprendido.


Para poder escribir, hay que leer y mucho.  Leer es aprender.  Y si lees sobre tu profesión, pues más aprendes sobre ella.  Esta es una de las esferas que más me gusta, porque no solo compartes con los demás a través de la divulgación sino que además aprendes tu. con las tecnologías actuales todo se hace más fácil.  Ha quienes piensan que en el futuro se tendrán que dejar de escribir hojas de vida, para mejor escribir tu vida (profesional claro) en un blog.


Como he dicho antes, no pasa nada si no participas de todas las esferas, pero no es tan dificil como parece y la experiencia de escribir un libro (aunque te lo autopubliques como en mi caso) también es muy gratificante y enriquecedora.


Si no sabes por dónde empezar, puedes empezar por aquí.

5. La esfera empresarial y emprendedora

Lo siento, pero estoy absolutamente convendido de dos cosas: (1) La capacidad de emprender la tenemos todos.  (2) Para emprender no hace falta crear una gran empresa.


Incluso un negocio unipersonal de tiempo parcial compaginado con otra actividad profesional secundaria es una emprendimiento, es una empresa.  No es contradictorio ser un profesional asalariado y al mismo tiempo un emprendedor.  Creo en el concepto del “profesional empresario” (tema de un próximo libro en borrador).


Como de esto haré un libro y vendrán varias entradas, no explico más aquí, pero te recomiendo estar pendiente o darte de alta en la lista de correo para seguir este tema.


Solo agregar una cosa: sí se puede, con esfuerzo como todo en la vida.  Ya te contaré próximamente mi própia experiencia en otra entrada, pero te adelanto que entre 1996 (tenía 19 años) y 2004, co-desarrolle dos proyectos de micro empresa con socios colaboradores.  Nada del otro mundo, oficinas de 30mts y no más de tress empleados.  Todo esto al mismo tiempo que trabajaba ocho horas diarias como asalariado en una empresa y estudiaba en la universidad por la noche.  Ah, y en el 2002 publiqué mi primer libro.  De verdad, no estoy exagerando ni un poco.


Sí se quiere, se puede.  Hoy  por hoy ninguna de esas dos empresas existen (está claro que mucho tiempo no le podía dedicar), el grupo gestor de aquello eramos jóvenes, formándonos y con más ganas que experiencia pero aquella viviencia ha sido para mi tan completa o más que los estudios de postgrado que cursé con posterioridad.

6. La esfera social colaborativa

Como decía antes, un profesional completo aporta lo que sabe, comparte lo aprendido.  Compartir hoy por hoy es más facil que nunca.  Las redes sociales, bien utilizadas, te ofrecen una capacidad de compartir importante.


Si no compartes por altruismo, hazlo por egoismo, pero comparte.  Sí, por egoísmo, porque compartir te va a redundar grandes beneficios profesionales.  Aclaro, yo comparto por convicción.


Por otro lado, ten presente que no hay quien se la sepa todas.  Compartir te permite aprender de los demás.

7. La esfera social solidaria

Esta es una esfera en la que aún no me he involucrado, pero tengo como objetivo antes que finalice este año vivir esa experiencia.  Aunque aún no se muy bien cómo.  Yo nunca fui a la mili, pero te imaginas una especie de “servicio profesional obligatorio”.  Pues no debería ser obligatorio, sino voluntario.


Con la que está cayendo, los profesionales tendríamos que acercarnos a los estudiantes que están acabando el bachillerato o la formación profesional y explicar y transmitirles algunos aspectos prácticos según nuestras experiencias, que le sean de utilidad para su formación, su profesión y su futuro.


De momento, este post es mi huja de ruta.  Si mañana tuviera que ponerme delante de un grupo de chavales no tendré el problema de “¿qué les digo?” ya que empezaría hablando de las 7 esferas profesionales y lo que me han aportado: éxito, felicidad, gratificación y experiencias enriquecedoras


 


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