martes, 23 de agosto de 2011

Sin prisas, pero sin pausas

Como suele decir un amigo mío, las prisas sólo son buenas para los delincuentes y los malos toreros. Para los emprendedores, evidentemente, no lo son.


Prisa es sinónimo –no pretendo crear una conflicto diplomático… me refiero a, según la RAE: (De priesa). Prontitud y rapidez con que sucede o se ejecuta algo o necesidad o deseo de ejecutar algo con urgencia–. Pues eso, no seamos mal pensados.


Este es uno de los puntos en el que hacemos hincapié en el dossier, de nuestro próximo número (septiembre de 2011), que en unos días estará en la calle, y que hemos dedicado a identificar oportunidades de negocio para autónomos. Os adelanto algunos puntos más del citado reportaje.


En ese sentido, contamos que en situaciones normales –léase, convivir con una coyuntura económica boyante o favorable– lo ideal sería emprender por oportunidad. Es cierto que no asegura el éxito futuro, pero reduce considerablemente los riesgos y amplía las posibilidades de que nuestra empresa se desarrolle crezca y se multiplique con muy buena salud. Pero es evidente que la situación actual es bien distinta y la necesidad de generar recursos para vivir ha obligado a muchos –no existen datos oficiales precisos, pero la lógica así lo dice– a emprender por necesidad, sobre todo a muchos que están en el paro, después de que las empresas para las que trabajaban cerraran o redujeran personal.


Y como en Emprendedores, por tradición, somos muy positivos y optimistas, también apoyamos a ese segundo grupo de emprendedores. Y tampoco está de más recordar una serie de reglas básicas que debes tener en cuenta si emprendes (siempre, y más si lo haces por necesidad).


1.- Evita las prisas. Que necesites generar recursos para vivir no significa que te precipites en las decisiones que vas a tomar. Emprende, sí, pero con mucha cabeza. Analiza el mercado y busca, principalmente, una necesidad por cubrir o un servicio complementario que aporte un valor añadido a algún producto y/o servicio que ya exista.


2.- Evita poner un negocio de ‘más de lo mismo’, porque seguro que ‘otros’ ya han pensado igual que tu. Por ejemplo, céntrate en mercados emergentes (en el reportaje te damos más pistas).


3.- Sin prisas, pero sin pausa. Busca un negocio de rápida y sencilla implementación. No te líes en divagaciones filosóficas sobre la idea y no dudes en si es el momento o no de emprender. Recuerda que has decidido emprender por necesidad. Céntrate en emprender al 100%, no en tus ratos libres. Ya es ¡ya!


4.- Inversión mínima. A no ser que hayas heredado una fortuna, piensa en un negocio que requiera de una mínima inversión inicial.


5.- Endeudamiento, cero. Emprende con recursos propios y si tienes que pedir dinero, que sea poco, a algún familiar o amigo de confianza que te ofrezca cierta libertad de devolución.


6.- Y dinero para después. Importante, no te olvides de calcular cuánto y cómo conseguirás dinero para mantenerte una vez que el negocio comience a andar.


7.- Coste fijos, al mínimo. Haz cuentas y más cuentas y busca hasta debajo de las piedras. Reduce los costes fijos de tu negocio hasta la mínima expresión. Externaliza todo lo que puedas, excepto tu core business, por supuesto. Eso es sagrado. Céntrate en él y lo demás externalízalo.


8.- ¿Sólo ante el peligro? Recuerda que emprendes en solitario, pero eso no significa que no busques colaboración y alianzas en otros emprendedores como tu. Juntos será más fácil y más barato. Existen en el mercado muchas formas de colaboración (ver dossier de Emprendedores del nº 158, págs. 96-98). Elige las que mejor se adapten a ti.


9.- Cobros y pagos. Esa es la clave para que no mueras a las primeras de cambio. Controla al detalle a todos tus clientes. Calcula los plazos entre cobros y pagos e intenta que estén lo más cerca posible. Eso te asegurará liquidez y tranquilidad para afrontar los retos que surjan.


10.- Anticípate. Saca tiempo para mantenerte informado de todas las tendencias de mercado y desarrolla planes B que te ayuden a virar cuando el viento cambie.


11.- No te aísles. No te encierres en tu negocio. Sal y conoce a otros emprendedores. Existen muchos foros de emprendedores, tanto on line como presenciales. Aprovecha los contactos para intercambiar ideas y experiencias y, por qué no, compartir clientes. Con ello, contribuirás a que el mercado sea más grande y las oportunidades de negocio sean mayores para todos, y para ti, también.


¡No te lo pierdas!



Fuente: emprendedores.blogs.emprendedores.es

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