martes, 23 de agosto de 2011

¿Te has marcado tu punto de no retorno?

Aviso para futuros emprendedores: ¿Os habéis planteado cuánto tiempo estáis dispuestos a aguantar amarrados al palo mayor si vuestro negocio no sale adelante? Está claro que cuando se pone en marcha un negocio hay que pensar en positivo, pero tener un p-e-n-s-a-m-i-e-n-t-o-p-o-s-i-t-i-v-o no es incompatible con plantearse los escenarios más negativos posibles –y os lo dice un optimista confeso–. Un emprendedor de primera línea, fuera de entrevista, me hablaba hace unas semanas sobre “el punto de no retorno” y sobre cómo no habérselo marcado le hizo fracasar en su primera aventura empresarial. Si os soy sincero es la primera vez que escuchaba este término. En concreto, me contaba que:



“Es importante marcar cuál es tu punto de no retorno. Y hay que hacerlo al principio, antes de arrancar con el negocio: si pasa esto, esto y esto, hasta aquí hemos llegado y no pasa nada. Es importante saber que esto puede pasar, que las cosas pueden ir mal, y que no pasa nada por dejar claro al principio hasta dónde se está dispuesto a llegar. Y es importante ver cuáles son los indicadores y dónde se marca la línea”.


Desde que me lo comento, he trasladado su reflexión también fuera de entrevista a todos los expertos en creación de empresas que han sido víctimas de mi grabadora en los dos últimos meses –sí, somos así de raritos en la revista, no me mires así–  y uno de estos expertos destacaba lo siguiente:



“Piensa que, además del riesgo de que la idea funcione o no, aparece también el riesgo operacional asociado ya que cuando se hacen las cosas por primera vez, hay un riesgo muy importante de poner en marcha por primera vez todo. Si pensásemos en una persona con 20 años de experiencia en retail que se monta la empresa y tiene que montar la siguiente tienda tiene muchísimo conocimiento operativo. Sin embargo, muchos emprendedores tienen ideas pero tienen poca experiencia operativa lo que lleva a que se vayan de la mano tanto presupuestos como plazos”.


No sabía muy bien qué hacer con estas dos reflexiones hasta que el otro día, comiendo con un innovador emprendedor del sector de la alimentación me hablaba sobre la importancia de, además de marcarse ese punto de no retorno –que a él, por supuesto, no le sonaba, sino que me hablaba del suyo–, es importante marcarse un plan de contingencias y un exit plan. Incluso por líneas de negocio. Él lo contaba a propósito de una nueva línea de negocio en la que se iba a meter a finales de año.



“Resulta básico elaborar un plan de contingencias. Todo el mundo piensa que le va a salir todo a la primera. Tu plan de negocio tiene que contar con un plan B. Cómo se resolverán los problemas”.


No es tan raro, me contaba. Y me explicó qué tiene que tener un plan de contingencias:



“Un plan de respaldo que contemple las contramedidas preventivas antes de que se materialice una amenaza; un plan de emergencia, con las contramedidas necesarias durante la materialización de una amenaza, o inmediatamente después; y un plan de recuperación, que recoja las medidas necesarias después de materializada y controlada la amenaza”.


Y luego añadió. Y por si esto no funciona, hay que hacer también un plan de salida, si las cosas van mal. “Generalmente, cuando se piensa en un exit plan, se piensa en esos emprendedores que montan la empresa con intención de venderla”, me decía. Él lo contaba por si le salía mal una línea de negocio –que tiene toda la pinta de salir muy, pero que muy bien– y me ha parecido una buena idea compartir todo esto con vosotros.

Rafael Galán


Fuente: emprendedores.blogs.emprendedores.es

0 comentarios:

Publicar un comentario

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More

 
Design by Free WordPress Themes | Bloggerized by Lasantha - Premium Blogger Themes | Modern Warfare 3