Aprende cuánto cobrar por tu trabajo

Si se está saliendo recién la universidad o quieres independizarte, el cuánto cobrar por tu trabajo siempre es un tema complejo. Marjorie Jiménez, MBA en Recursos Humanos y académica de la Universidad Andrés Bello, cuenta que en el mercado hay rankings de remuneraciones por profesión y año de egreso, al revisalo, la pretención de renta no debe ser ni el mínimo ni el máximo de ese rango, sino un promedio para poder negociar.”Cuando se está buscando trabajo, es válido también preguntar cuanto está dispuesta la empresa a pagar, eso, más la información del mercado y de los pares, te puede dar una guía de cuánto pedir. Todo depende de cómo se maneje la información”.

Si se es trabajador independiente o se está “pituteando”, hay que conocer la información del mercado con respecto a servicios o productos similares. “Hay que tener en cuenta que la economía ha crecido mucho y hay varios profesionales haciendo lo mismo con distintas tarifas. Por eso hay que darle un valor agregado a lo que se hace, buscar como marcar la diferencia. Así, aunque cobres más que los otros, por tu compromiso y calidad, los clientes pagarán, volverán y te recomendarán”, dice la académica de la Unab.

Roger Marull, gerente general de Meta4 Chile, agrega que un trabajador independiente debe considerar los gastos directos en la producción, como por ejemplo materiales, luz, agua, más la mano de obra y los indirectos. “No se puede cobrar menos que esa suma, o no saldrá a cuenta el negocio”.

Al trabajar en una empresa, Marull explica que hay que tener en consideración el costo alternativo. “Si a una empresa le cuesta un millón realizar el trabajo que te están pidiendo, entonces no puedes pedirles lo mismo, o preferirán hacerlo ellos. Hay que fijar un monto que sea un equilibrio entre el costo alternativos, lo que cuesta tu trabajo y lo que quieres ganar”. Para poder llegar a esta cifra, es siempre importante conocer cómo se mueve el mercado en nuestra área de desempeño.

Ambos profesionales agregan que hay que valorar lo que uno hace, no dejarse convercer de que el trabajo realizado vale menos. Una buena técnica a la hora de hacer la cotización, es fijarse un límite entre lo que se quiere cobrar y cuánto se está dispuesto a ceder, y moverse entre esos parámetros hasta llegar a una cifra que deje contentos a ambas partes.

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