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Siempre hemos dicho que la inversión en bolsa a largo plazo suele ser rentable, aunque actualmente ya nadie está seguro de tal afirmación con la turbulencia y volatidad de los mercados (y lo que podría llegar). Nuevamente nos encontramos con un panorama de mercado hecho exclusivamente para inteligentes o profesionales, por lo que en más de una ocasión hemos aconsejado al inexperto que no es momento de comenzar a aprender ahora.
El nerviosismo se ha apoderado del pequeño y mediano inversor, pues este ve unos precios muy baratos, aparentemente una excelente oportunidad de entrada. Por otra parte, el inversor sabe que mañana podrían volver a caer los precios, por lo que podría no estar preparado para un resultado inverso.
En el Riesgo está la rentabilidad.
Nunca mejor dicho, en un mercado tan volátil como el actual, usando la cabeza se pueden obtener rentabilidades en unas horas por encima de un 4%, aunque si la estrategia falla, también puedes encontrar rentabilidades negativas por debajo del -10%.
Me dijeron que la bolsa siempre es rentable a largo plazo.
Y así ha sido siempre. Aún no teniendo conocimientos de inversión, cualquier persona, apalancando su dinero en la bolsa, con el paso de los años encontraba una rentabilidad (además del pago de dividendos). Actualmente nadie (Absolutamente Nadie) puede afirmar que a largo plazo ( 8 años) la bolsa vaya a tener una rentabilidad positiva.
Aún no sabemos cómo acabará la Unión Europea, no sabemos qué país será el siguiente necesitado de un rescate, tenemos la posible burbuja de Brasil y la incertidumbre de la situación de Estados Unidos.
Los más optimistas piensan que entrando en un valor hoy con miras a 5 años, conseguirían una buena rentabilidad. Los realistas asumen el desconocimiento de la evolución de los mercados y los pesimistas....ya nos hacemos una idea.
Nuestro consejo de inversión para esta situación.
Basándonos en las actuaciones de grandes inversores en épocas de crisis, por un lado puede que fuera un buen momento de hacer uso de los instrumentos de inversión de renta fija, como depósitos a plazo fijo, siempre que estos nos den más de un 4% de interés y la compra de deuda pública de países que estén pagando una alta rentabilidad, así como la deuda corporativa de empresas que creamos tendrán un buen futuro.
En la inversión en renta variable, evitaremos como de costumbre los fondos de inversión a no ser que en la cesta de valores veamos muy claro que es lo que realmente queremos. Dentro de la bolsa buscaremos valores seguros fijándonos en empresas que solventan excelentemente la crisis. Si INDITEX hubiera sufrido una caída, hubiese sido una excelente oportunidad de entrada, ya que es una empresa que está solventando excelentemente la crisis.
Podemos aprovechar la salida de empresas tecnológicas punteras aunque tengamos que buscarlas en otros índices fuera del IBEX. No olvidemos las rentabilidades que están teniendo las empresas tecnológicas en el primer día de salida, por lo que la siguiente oportunidad de inversión rentable a corto plazo la podríamos encontrar en Zynga, ya que la salida a bolsa de este tipo de empresas ha seguido un patrón muy claro, lo cual no significa que esta vez deba ser así.
En resumen: Puesto que a largo plazo nadie puede predecir la evolución del mercado, el inversor debería buscar una oportunidad de inversión a corto plazo y estar preparado para asumir pérdidas temporales debiendo pasar su inversión a largo plazo. Quien no esté preparado para asumir este trance o riesgo siempre tendrá la inversión en renta fija.
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