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lunes, 8 de agosto de 2011

¿Qué es el Estado de Flujo de Efectivo? - Cómo analizar una empresa y no morir en el intento III

Como se ha comentado en entradas anteriores, la base de cualquier análisis económico financiero de una sociedad son las Cuentas Anuales. Con frecuencia al hacer referencia a las Cuentas Anuales de una empresa se tiende a pensar únicamente en el Balance, la Cuenta de Resultados y la Memoria de una compañía, pero existe otro estado financiero de gran importancia y utilidad para el analista, el Estado de Flujo de Efectivo.


Con la entrada en vigor del Plan General Contable de 2007, este estado financiero ha sido incluido como parte integrante de las Cuentas Anuales, siendo de presentación obligatoria para todas las sociedades excepto para aquellas que formulan el formato abreviado.


El objetivo del Estado de Flujo de Efectivo es informar sobre la evolución del efectivo generado por la empresa indicando cómo ha sido obtenido (mediante el desarrollo de la propia actividad ordinaria o extraordinaria, o bien mediante otras fuentes de financiación) y en qué ha sido empleado. Es decir, este estado detalla cómo se obtiene el dinero en efectivo y en qué se gasta, además de indicar si existen necesidades de liquidez. Al mismo tiempo, permite conocer la evolución de la tesorería respecto del ejercicio anterior, indicando si ha aumentado o se ha visto reducida.


Para poder analizar los movimientos de tesorería, el Estado de Flujo de Efectivo distingue tres tipologías que posibilitan la identificación del origen del efectivo y en qué se ha empleado:

Flujos de efectivo de las actividades de explotación. Recogen las transacciones que intervienen en la consecución del resultado de la empresa, es decir, las actividades básicas (cobros derivados de los ingresos de explotación, pagos de las compras, gastos de personal…).Flujos de efectivo de las actividades de inversión. Pagos que tienen su origen en la adquisición o enajenación de inmovilizados, inversiones inmobiliarias o inversiones financieras. Flujos de efectivo de las actividades de financiación. Contemplan el efectivo resultante de la recepción o pago de préstamos, emisiones de acciones y pago de dividendos.

Desde una perspectiva económica financiera, el éxito de una empresa se mide, fundamentalmente, en base a los beneficios y tesorería que es capaz de generar. El Estado de Flujo de Efectivo ayuda a evaluar las posibilidades de éxito, supervivencia o fracaso de una sociedad en la medida que valora la capacidad de la empresa para generar tesorería a partir del resultado obtenido, de la política de inversiones y de su financiación. Por lo tanto, esta información aporta una visión más profunda y detallada de los movimientos y evolución de la tesorería ayudando a evaluar, tanto la capacidad de la sociedad para generar efectivo, como sus propias necesidades de liquidez.


Si quieres conocer el Estado de Flujo de Efectivo de una empresa, puedes consultarlo en el Informe axesor 360º, en el Informe Técnico Financiero y en el Balance y Cuenta de Resultados, Flujos de Efectivo y Ratios.


Ir a Información de Empresas


Rosa Santiago, Analista de Departamento de Riesgos en axesor


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Balance y Cuenta de Resultados - Cómo analizar una empresa y no morir en el intento II

Dentro de la serie de entradas del blog dedicados al análisis económico-financiero de una sociedad, y antes de entrar en detalle en cada uno de los aspectos a valorar y las herramientas a utilizar, vamos a proceder a repasar de forma simplificada la materia prima de cualquier análisis financiero: los Estados Contables, en especial el Balance y la Cuenta de Resultados (que anteriormente se llamaba Cuenta de Pérdidas y Ganancias).


El Balance representa la estructura económico-financiera de la sociedad. Es una radiografía fija (normalmente sacada a final de año, que coincide con el fin de ejercicio) de cómo se encuentra la sociedad. Dentro de esa radiografía podemos encontrar distintos elementos: Activo, Pasivo y Patrimonio Neto.


Siguiendo con la analogía de la radiografía, el Pasivo y el Patrimonio Neto del Balance se corresponden con los huesos de nuestro cuerpo. En otras palabras, es la estructura que soporta el peso de nuestra sociedad. De tal manera que son las fuentes de financiación que permiten a la empresa sostenerse en pie.


Por un lado, el Patrimonio Neto lo componen todas aquellas aportaciones realizadas por los socios (Capital Social) conjuntamente con todos los beneficios generados por la sociedad en el pasado (Reservas) y que no dejan de ser aportaciones pasivas realizadas por los socios. El Patrimonio Neto por tanto es la fuente de financiación primordial de una sociedad al ser una fuente de financiación previsible y estable en el tiempo.


El Pasivo por su parte es el conjunto de financiación ajena (y por tanto endeudamiento) que posee la sociedad. La principal forma de clasificar todas las partidas que componen el Pasivo es el plazo de devolución, aunque también se clasifica por tipología de acreedor. Dentro del Pasivo encontramos todas las deudas contraídas con los entes financieros y con los proveedores.


Mientras que el Pasivo y el Patrimonio Neto son el esqueleto de la sociedad, el Activo correspondería a los músculos de la misma, ya que se encuentra constituido por todas aquellas inversiones realizadas por la sociedad con el fin de poner en marcha y mantener el negocio de la misma.


De tal manera podemos distinguir por un lado el Activo No corriente, el cual lo conforman todas las inversiones (tanto materiales como no materiales) destinadas sustentar a la empresa, a lo largo de toda su vida útil, de capacidad operativa. Por el otro lado se encuentra el Activo Corriente conformado por todas aquellas inversiones destinadas a utilizarse y/o consumirse en la propia actividad de la sociedad y por tanto el tiempo que se mantienen como inversión es corto.


La Cuenta de Resultados, como su propio nombre indica, refleja una imagen de cómo se ha efectuado la actividad de la sociedad durante un ejercicio. Esta imagen muestra de forma clara si la sociedad, mediante el ejercicio de su actividad es capaz de generar, y de qué manera, suficiente negocio (ya sea facturación por ventas o prestación de servicios en función de la actividad que se desarrolle) no solo para cubrir todos los costes generados en la actividad de venta o prestación de servicios; sino también suficiente beneficio para sustentar la estructura que supone el Pasivo (en este caso concreto los costes asociados al mismo).


Por tanto la Cuenta de Resultados se puede dividir claramente en dos partes diferenciadas. En primer lugar el conjunto de partidas que componen el resultado de explotación. Este epígrafe muestra si la sociedad es capaz de generar beneficios mediante el ejercicio de su actividad, confrontando no solamente los costes directos (derivados del Activo Corriente) sino los costes indirectos (derivados del Activo No Corriente).


En segundo lugar se encuentra el resultado financiero donde se recoge el beneficio o pérdida asociada del ajuste entre los ingresos financieros de la sociedad y sus gastos financieros. La gran mayoría de sociedades tienen resultados financieros negativos, ya que por norma general los ingresos financieros no son recurrentes en el tiempo ni en la forma (la fuente de ingresos de una sociedad debe ser su actividad principal).


Finalmente al resultado global de la sociedad se le restan los impuestos atribuidos, conformando el resultado del ejercicio. Esta cifra, siendo representativa e importante no debe eclipsar al resto de partidas que componen la Cuenta de Resultados. Esto es así ya que tan importante como saber si una empresa gana o pierde dinero en un ejercicio, es saber cómo ha llegado a ello, como se explicará en posteriores entradas.


Julián Villalba Checa, Responsable de Modelos de Riesgo


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Cómo analizar una empresa y no morir en el intento: Situación de partida

Esta es la primera de un conjunto de entregas realizadas por los analistas financieros, de forma que a lo largo de este blog y de un modo sencillo y directo, se intentarán trasladar las nociones críticas que se han de tener en cuenta para realizar el análisis económico-financiero de una sociedad de un modo global.


Para analizar una empresa, hay que tener un mínimo de formación y conocimiento de los distintos tipos de información que se puede y debe de usar para realizar un análisis económico-financiero y tomar una correcta decisión. Analizar una empresa no es tarea sencilla, pero sí puede estar al alcance de todo el mundo.


Como punto de partida, hay que tener en cuenta el cambio tecnológico vivido en los últimos 25 años en las principales economías. El desarrollo de las tecnologías de la información y comunicación han facilitado el acceso y transmisión de la información disponible. La información es valor y se establece como un bien de extraordinario valor.  


En los últimos años se ha incrementado el número de usuarios cuya preocupación ha crecido y demandan información para la toma de sus decisiones y minimizar el riesgo en todo tipo de operaciones comerciales. Como es obvio, los puntos de interés de estos usuarios no tienen por qué coincidir.


Hace unos años, el único modo de conseguir información era mediante una investigación ad-hoc. Actualmente, se puede acceder directamente a los Registros Mercantiles o bien acceder a bases de datos gestionadas de modo sistemático, que permiten la entrega en tiempo real de la información solicitada y necesaria para la toma de decisiones.


La información está disponible para todos los usuarios en registros, repositorios, boletines, prensa, ficheros de impagos… pero buscarla y tratarla constituye una dura tarea que requiere tiempo, esfuerzo y recursos. Igualmente importante es la normalización de los contenidos y dotar de coherencia a la información.


El análisis de una sociedad no se centra únicamente en el análisis de la información financiera que se puede obtener de las cuentas anuales presentadas en el Registro Mercantil, aunque esta información contable es la base sobre la que se sustenta la mayor parte del estudio. El análisis financiero es una parte más del análisis de toda la información disponible (mercantil, empresarial, relacional, relación de las variables con respecto al sector de actividad, localización geográfica, tamaño de la sociedad, comportamiento en pagos, registros de marcas, concursos públicos y subvenciones…).


Puestos en antecedentes, los siguientes post realizarán un repaso general de los estados financieros o cuentas anuales (activo, pasivo y patrimonio neto, cuenta de resultados, estado de origen y aplicación de fondos,…) para posteriormente centrarnos en el análisis de la situación financiera a corto y largo plazo, el análisis de los resultados y estudio de la rentabilidad, así como la interpretación y repercusión del resto de fuentes de información que complementan al análisis financiero de la sociedad.


Antonio J. Jiménez Porcel, Product Manager en axesor


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